Hoy estoy triste...
no sé por qué.
Hoy estoy llorando...
no sé de qué.
Hoy estoy pensando...
no sé en qué.
¡Hoy estoy contenta!
No. No te puedo mentir.
Hoy la trizteza me ganó,
se adueñó de mi alma.
Pero no temo
porque sé que ella se retirará,
poco a poco.
Gracias a ti, que me amas.
Gracias a mi, que me amo.
Y sobre todo,
gracias a ti Señor.